miércoles, 12 de noviembre de 2008

LANDRISCINA, UNA IMAGEN CHAQUEÑA

Nació en Colonia Baranda el 19 de diciembre de 1935. Es hijo de inmigrantes italianos, séptimo de un total de ocho hermanos, y al perder a su madre a los 22 meses de edad fue criado por sus padrinos. Cursó sus estudios primarios en una escuela primaria de Villa Ángela y en Resistencia.
Comenzó su carrera como narrador de historias populares y humorísticas desde pequeño en la escuela, cuando sus maestras recurrían a él por su carácter desinhibido para recitar los versos en los actos escolares.
Para Argentina es un orgullo nacional. Para Chaco, un emblema provincial, un hombre que se ganó la vida recitando cuentos con estilo y sabiduría propia. Para el público en general, un gran artista, sencillo y con una grandeza que sólo pueden tener los elegidos. Ése es Luis Landriscina, sin dudas uno de los chaqueños más representativos que ha dado la historia de nuestro terruño, que al comenzar la charla con su tonada pícara y humilde indica: “Que la gente salga conforme de un show es el principal objetivo, trato de renovarle el ánimo, no taparle los problemas”.

Tras un gran historial por diferentes escenarios del mundo, Landriscina decidió “colgar el micrófono” y dedicarse a vivir con su familia en Villa Ángela.

-¿Por qué Villa Ángela y no el lugar donde nació?
Porque cuando nací a los 22 meses falleció mi madre y de allí me llevaron y nunca más volví, yo anduve por muchos lados. Primero en Resistencia, luego por Campo Largo, seguí un tiempo con mis hermanos en Buenos Aires, de allí con mis padrinos a un obraje en el norte de Santa Fe y finalmente a Villa Ángela, ya estaba en quinto grado.

-¿Cómo seguirá ahora su camino, se imagina lejos del público?
-Es difícil saberlo, siempre tengo algún que otro compromiso privado, pero la idea es parar porque ya soy grande, tengo 72 años, y quiero disfrutar de mi familia.

-Su primer poema fue "Casi Gringo", en 1953
En realidad "ese casi Gringo" tenia una intencionalidad yo tenia en conjunto ''Los Cardenales" que siempre usamos bombachas, botas y corraleras. El color de la ropa tenía los colores de las plumas del cardenal y los ponchos rojos y el pañuelo rojo, -y cada vez que subíamos al escenario del pueblo me gritaban ‘miren al gringo Landriscina’, y eso me dolía, como si por eso yo no fuera capaz de sentir el país como ellos. Entonces fue que arranqué con esos versos que estrené una vez que fue Horacio Guarany a Villa Ángela. Después sirvió para presentarlo en Cosquín. Pero para ese tiempo ya habían otros: “Sangre en el quebrachal”, “Canto al hachero chaqueño” “Hachero madrugador” y “Maestro de Campo”.

-Como nace "Pago en obraje”
“Hubo pago en obraje”, es una historia que yo la comencé a vivir a los cuatro años y después de grande armé el relato. Fue tratar de pintar los hechos, las cosas que tenía que ver con mi vida. Así, yo soy un ‘versiador’ de hechos cotidianos que algunos atrevidos le pusieron poema, la poesía es otra cosa lo mío son versos, historias con consonantes.

-¿En qué momento siente que podía llegar a pintar con las palabras las cosas cotidianas de la vida?
-Yo agradezco a las maestras haber descubierto en mí ese don. Ellas me ponían a prueba en cada acto del colegio. “El que es bastante osado para decir los versos es el ‘Luisito’, el criado de Los Rodríguez”, así decían, nadie sabía que yo era Landriscina y bueno eso me hizo ser el sobresaliente del grado y después del pueblo, en el cuadro artístico de la parroquia y finalmente en la provincia. Así fue creciendo todo esto.

-¿Con cuántos años llega a Cosquín?
Con 28 años, integrando la delegación del Chaco, con Jovita Díaz y Marcial Suárez hicimos un cuadro aparte que se llamaba “Chaco puro” donde ellos cantaban canciones mías “Mi Cachape” y “Cosechero de algodón” y yo hice la apertura con “Casi Gringo”.

-¿Allí es cuando Cosquín lo comienza a conocer como cuentista?
-Sí, se conmovieron mucho, porque vieron que un tipo se atrevía a decir quien era, porque hasta ese entonces todos querían tener algún antecedente con los gauchos tradicionales del país y bueno Chaco era un crisol de razas y yo era hijo de un gringo que había venido a sembrar y cosechar el algodón.

-¿A partir de allí se hace más notorio su porvenir artístico como cuentista?
-Y, los cuentos son otro aspecto, donde pinto con humor los hechos cotidianos y sus personajes.

-Y ahora, ¿cómo será la vida de Landriscina lejos de los escenarios?
-Mi vida seguirá de manera normal, nunca tomo esto como otra cosa que no sea una labor y el hecho de ser conocidos no nos hace mejores, por eso siempre mantuve la conducta con la que me criaron desde los 22 meses Santiago y Margarita Rodríguez.

Así de simple y sencillo como la manera en la que narra sus cuentos y poemas. Una persona que representa a la provincia desde su humildad y coherencia. Un ser que ya es recordado y que seguramente quedará en la historia de nuestro Chaco. Ésa persona es Luis Landriscina, que hoy, a las 72 años, decidió poner la pelota contra el piso y parar con los escenarios, aunque el humor que brindó no morirá jamás.

Reportaje escrito por: Mariano Candia Machain & Marlene Prado Lima

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