miércoles, 9 de julio de 2008

EL HÁBITO NO HACE AL MONJE, PERO…

La ciudad amanece limpia. Se acerca una fecha que prometerá turismo ¿Es que Resistencia sólo brilla cuando nos miran desde afuera? Cuando un evento importante se da cita en la capital del Chaco los empleados de limpieza comienzan a moverse al compás del tránsito. Van y vienen limpiando calles, plazas, arreglando focos y borrando grafitis. Todo dentro de las cuatro avenidas que delimitan el centro de la ciudad, si quedó fuera de ese circuito… ¡seguirá sucio!

La limpieza de la ciudad es una discusión de antaño y de respuestas ausentes. Unos se echan la culpa a otros, la familia a la municipalidad, la “muni” a la cultura y ésta a la familia. Es un círculo vicioso muy difícil de salir y más aún de limpiar.

Yendo a un caso concreto, una escena común del centro resistenciano: se baja un adolescente del colectivo y automáticamente cuando pisa la vereda tira su boleto, que guardó con tanto recelo, al piso. “Es típico del adolescente que trasgrede las reglas” dirán algunos. Error. La escena se repite con un niño, con un adulto y un anciano. Sin generalidades habrá que admitir que la suciedad que ataca a Resistencia la provocaron uno y cada uno de sus habitantes. Y acá comienza la problemática. ¿Quién tiene la responsabilidad de que esto no ocurra? Todos puede ser una respuesta viable. Esta palabra es muy amplia y podemos comenzar a desmenuzarla en grupos de concientización, encadenados o de la mano hacia un mismo objetivo: la ciudad limpia los 365 días del año.

Es fácil y lindo copiar, pues ¡hagámoslo! De afuera lo mejor, si vamos a copiar modelos extranjeros intentemos que lleguen los más limpios y beneficiosos.

El arquitecto Alabe, coordinador del proyecto "Ciudad limpia", es un ciudadano más pero es también un importante eslabón en la cadena de concientización ciudadana. La ingeniera Aída Ayala es la Intendente de la ciudad pero no deja de ser una ciudadana del lugar gobernado. ¿Tirará ella su boleto al suelo cuando baja del colectivo? Sí, imagino señor lector que debe ser difícil ver a la Intendente bajar del bondi, pero el accionar empieza por casa.

Retomando la cuestión de ejemplos concretos, podemos acercarnos a una situación más positiva por un lado y defraudadora por otro. Luego de que el adolescente tiró su boleto al suelo, se compró una gaseosa, la tomó por completo y lleva la botellita plástica en su mano. Ya es demasiado tirarla al suelo, llama la atención. Camina por el centro, recorre las principales calles. Luego de quince minutos tira la botella al suelo, ¿qué pasó? La intención del adolescente fue buena pero faltó algo fundamental: un tacho de basura.

“El reciclado de residuos, una práctica de gran valor ambiental con muchos años de desarrollo en las ciudades más avanzadas del mundo, todavía está en punto muerto en Buenos Aires. Lo denuncian las ONG dedicadas a la temática ambiental y lo reconocen los funcionarios del Gobierno de la Ciudad. Por un lado, los vecinos no separan la basura y por otro, el Estado no implementa un plan con seriedad. Para que la gente saque por un lado los residuos reciclables y por otro los que deben ir a disposición final- se usan mal y poco, y no han servido por ahora para que se avance.”Este texto salió publicado en un artículo del diario Clarín el día 13 de abril de 2008. Mientras que una parte del país se está hablando de separar la basura de acuerdo con las categorías de reciclable o no reciclable, en Resistencia aún no se ponen tachos de basura en cada cuadra.

Evidentemente, la cultura de basura cero queda muy lejos del Chaco pero no se puede negar que algunas minorías intentan que esto se modifique, que la gente tome conciencia y dan el ejemplo con lo mejor que tiene la sociedad: los niños, los más puros y honestos de la sociedad.

Acá aparece en escena nuevamente el arquitecto Alabe: “En marzo de 2004, la Municipalidad de Resistencia convoca a vecinos de la ciudad al PACTO CIUDADANO, para colaborar y trabajar propuestas tendientes a mejorar la imagen de la ciudad. La cantidad de asistentes a la reunión fue:
• 50 personas en la primera reunión.
• 20 personas en la segunda reunión.
• 4 personas en la tercera reunión.

Por vergüenza y unas ganas tremendas de cambiar las cosas que no están bien; nació la propuesta de salir todos los sábados por la mañana a realizar pequeños trabajos de mejoramiento. Como los mayores siempre tienen compromisos y sufren habitualmente de apatía... un grupo de “chicos de la calle” que cuidan coches o lavan autos urbanos se acercan a colaborar y ellos fueron los verdaderos fundadores del proyecto “Ciudad Limpia”.

Muchas veces los medios de comunicación hacen un llamado de atención a los gobernantes por la superficialidad de los discursos, porque sólo prometen cosas cuando están en campaña, hacen algunas y luego que los elijen se olvidan de lo prometido.

Es hora de que los medios y toda la ciudad haga un mea culpa y no deposite los residuos en su lugar sólo cuando vienen turistas, que no se arreglen las plazas para que el extranjero tenga una buena foto. La ciudad es de todos porque al fin y al cabo, ¿a quién le gusta vivir en la basura?

Reportaje realizado por: Mariana Alegre (invitada y colaboradora)

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