miércoles, 2 de julio de 2008

“POLÍTICA IDEAL SERÍA LA QUE TENGA COMO EJE LA INCLUSIÓN SOCIAL”

Milo Lockett camina entre sus pinturas. Su taller está invadido por colores radiantes, su teléfono suena incansablemente. Lo apaga y decide sentarse para estar atento sólo a las preguntas.
En los últimos tiempos, sus obras han estado expuestas en las más importantes muestras del país y han visitado también renombradas galerías del mundo. Pero la vida de este artista no está limitada a sus pinturas, cree en la inclusión social y tiene proyectos cumplidos que hacen renovar las esperanzas de una mejor política cultural.


¿Cómo nace un proyecto?
Los proyectos nacen de las ganas de transmitir conocimientos y vivencias y lograr así que el arte sea una herramienta de inclusión. Los proyectos siempre los elaboramos con Dante Arias. Tratamos de trabajar siempre con la periferia, para no centralizar el trabajo en Resistencia.

¿Cómo se establece la relación entre el artista y el Estado a la hora de auspiciar un proyecto?
(Piensa mucho...) El tema es demostrarle al Estado porqué deben apoyar un evento y que no va a ser una pérdida de plata. En todo evento cultural tendría que estar el Estado, ya que la cultura es inherente a la gente, gente que al fin y al cabo los eligió. La relación es complicada, a veces, si no das en la tecla correcta. Si presentás mal un proyecto o no lo fundamentás puede que la idea quede guardada en un cajón de escritorio.

¿De quién depende el surgimiento de esa relación? ¿Del Estado o del artista?
Por un lado el artista debe coordinar los proyectos y tiene que tener la iniciativa, por otro lado el Estado debe apoyarlos, debe tener una política firme. Si el funcionario encargado de llevar adelante la política de estado termina su mandato en el 2006, por ejemplo, el que le sigue debe continuar apoyando el proyecto. Yo creo que depende de articular las iniciativas, ¿me entendés? tiene que ser algo mutuo, tanto del gobierno como del artista.
¿Creés que participa activamente el Estado, más allá del dinero, en el auspicio de los proyectos?
En el Estado hoy creo que se hace un seguimiento del proyecto que se apadrina y se interioriza, más allá de lo económico, quieren saber de que se trata. Deben asegurarse que la inversión valió la pena. Si bien es cierto que algunos van para la foto, hay que reconocer que no todos son iguales.

¿Qué efectos tienen en la sociedad estas gestiones?
El mejor efecto, el de participación. Si la gente sabe que hay iniciativas y motivaciones se prende en eso y participa. Una vez que es parte de un proyecto quiere serlo de otro y otro. Siempre y cuando tenga una buena experiencia, claro. Eso depende la organización, de lo que se ofrezca. En la Revolución de los niños, por ejemplo, empezamos con 3 mil, 4 mil chicos. Hoy participan más de doce mil chicos. Comenzamos siendo tres los que organizábamos y hoy somos un equipo dividido entre localidades. Es muy lindo ver la reacción de la gente, siempre son ellos los que le dan fuerza a uno para seguir y querer concretar cada vez más cosas.

¿Cómo sería una política cultural ideal?
¡Uy!, qué difícil…creo que la política ideal sería la que tenga como eje la inclusión social, sin distinción de color político; que se trabaje por una misma causa y consecuencia sin pensar en rédito político. Que política se asocie a emprendimiento y concreción, no a aprovechamiento o beneficio personal.
¿Qué temas te mueven, día a día, hacia la pintura?
A pesar de que muchas veces mi obra se asocia con la felicidad, creo que trabajo enojado: con el sistema, con el arte, con las personas, con las relaciones humanas, con la incomunicación. Enojado también con lo que a diario me enoja y me aleja de los demás. Siempre creo estar pensando diferente al resto del mundo y que no puedo hacerme entender ante la mirada de los demás.
¿Sos una persona esperanzada?
Si, creo en el futuro. Trabajo a diario en mi cabeza para tener una vejez digna. Tal vez por todo lo que vi y por lo que recorrí, es que le tengo mucho miedo a la vejez. Pero no hay que perder la esperanza y creo que por ella, pinto todos los días.

¿Querrías ser político?
Yo ya soy político, la gente me eligió. Tengo que mejorar cada día para que me siga eligiendo, tengo que trabajar, tengo que dar. ¡Yo ya soy político! (Risas)

Las palabras de Milo son claras. No se las lleva el viento, se plasman en acciones. Que no se diga más. A copiar el ejemplo se ha dicho.

Entrevista y Redacción: Mariano Candia y Mariana Alegre (invitada y colaboradora)

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