No hay un concepto único sobre lo que es el periodismo y como funciona hoy en día.
Con el paso de los años y con los nuevos avances, de manera masiva en el mundo tecnológico de la mano de la TV, radio y especialmente de las computadoras, todo cambió y hoy cualquier persona puede hacer periodismo aún sin conocer las reglas básicas de este mundo.
Se puede observar que cualquiera que informa, opina o intenta influir con ideologías de acuerdo con sus intereses personales o de la empresa para la que trabaja, es considerado un gran periodista.
¿Pero que es un periodista realmente? ¿Un emisor de la realidad? ¿Un intermediario entre los hechos y el público receptor? ¿Como debe ser un periodista Objetivo – Imparcial? Esta es la cuestión.
La esencia de un buen periodista está en el correcto análisis, interpretación, veracidad y claridad de la información que lleve a sus destinatarios. Al parecer estos elementos necesarios son dejados de lado por más de uno.
Lo que se ve cada vez más es el hecho de que ya no hay emisión de la realidad sin que se la distorsione; ya no hay demasiados intermediarios imparciales u objetivos porque se muestra lo que se quiere ver, lo que conviene, lo que cada uno interpreta a su manera e incluso entre líneas.
Todo se debe al mundo informatizado y capitalista desde un punto de vista global, en el que estamos sumergidos.
Es simple. Trabajas para una empresa “intentando desempeñarte en el rol de periodista”, pero en realidad sos como una pieza más en un tablero de ajedrez y lo que menos usás son las reglas esenciales para hacer un buen trabajo. Porque la empresa pone y decide que reglas hay que aplicar. En conclusión: Ellos mueven la pieza.
No debería ser así. En otros tiempos esto no era así. El verdadero periodismo se deformó a nivel masivo y cada vez es más evidente, pero la pregunta es: ¿“Se puede hacer periodismo de verdad”? o ¿cuesta mucho ser “claro, verídico, preciso y no influenciable”?
Sería excelente empezar a modificar o implementar algunas aptitudes a nivel personal y como periodistas para lograr un buen resultado a la hora de emitir noticias.
El público receptor empieza a notar más la catástrofe que se está desarrollando en éste, llamémoslo “ambiente” y quizá ya no esperan atentos una noticia y se maravillan. Ahora intentan probar si es verdad lo que se ve o se escucha debido a la desconfianza que se genera día a día.
Hoy por hoy el Buen periodismo brilla por su ausencia y encontrar uno bueno es como buscar la famosa aguja en el pajar.
Escrito por: Marlene Prado Lima
Con el paso de los años y con los nuevos avances, de manera masiva en el mundo tecnológico de la mano de la TV, radio y especialmente de las computadoras, todo cambió y hoy cualquier persona puede hacer periodismo aún sin conocer las reglas básicas de este mundo.
Se puede observar que cualquiera que informa, opina o intenta influir con ideologías de acuerdo con sus intereses personales o de la empresa para la que trabaja, es considerado un gran periodista.
¿Pero que es un periodista realmente? ¿Un emisor de la realidad? ¿Un intermediario entre los hechos y el público receptor? ¿Como debe ser un periodista Objetivo – Imparcial? Esta es la cuestión.
La esencia de un buen periodista está en el correcto análisis, interpretación, veracidad y claridad de la información que lleve a sus destinatarios. Al parecer estos elementos necesarios son dejados de lado por más de uno.
Lo que se ve cada vez más es el hecho de que ya no hay emisión de la realidad sin que se la distorsione; ya no hay demasiados intermediarios imparciales u objetivos porque se muestra lo que se quiere ver, lo que conviene, lo que cada uno interpreta a su manera e incluso entre líneas.
Todo se debe al mundo informatizado y capitalista desde un punto de vista global, en el que estamos sumergidos.
Es simple. Trabajas para una empresa “intentando desempeñarte en el rol de periodista”, pero en realidad sos como una pieza más en un tablero de ajedrez y lo que menos usás son las reglas esenciales para hacer un buen trabajo. Porque la empresa pone y decide que reglas hay que aplicar. En conclusión: Ellos mueven la pieza.
No debería ser así. En otros tiempos esto no era así. El verdadero periodismo se deformó a nivel masivo y cada vez es más evidente, pero la pregunta es: ¿“Se puede hacer periodismo de verdad”? o ¿cuesta mucho ser “claro, verídico, preciso y no influenciable”?
Sería excelente empezar a modificar o implementar algunas aptitudes a nivel personal y como periodistas para lograr un buen resultado a la hora de emitir noticias.
El público receptor empieza a notar más la catástrofe que se está desarrollando en éste, llamémoslo “ambiente” y quizá ya no esperan atentos una noticia y se maravillan. Ahora intentan probar si es verdad lo que se ve o se escucha debido a la desconfianza que se genera día a día.
Hoy por hoy el Buen periodismo brilla por su ausencia y encontrar uno bueno es como buscar la famosa aguja en el pajar.
Escrito por: Marlene Prado Lima
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